por mí mismo; además, me encuentro poco interesante.
Hace mucho tiempo que conozco mis rasgos principales,
y he acabado hartándome de ellos. De adolescente, incluso
de joven, hablaba de mí mismo, pensaba en mi propia persona;
pero ya no es el caso. Me he ausentado de mis pensamientos,
y la mera perspectiva de tener que contar una anécdota personal
me sume en un aburrimiento rayano en la catalepsia.
Cuando estoy absolutamente obligado a contestarla, miento.
Michel Houellebecq, Intervenciones.
Traducció: Encarna Castejón.
Editorial Anagrama, 2011.
Marc Vicens, 2013. |